¿Qué es la gestión de riesgos?
La gestión de riesgos es un proceso sistemático y estructurado para identificar, evaluar, priorizar y
abordar los riesgos potenciales asociados con una actividad, proyecto o empresa. El objetivo de la
gestión de riesgos es minimizar, controlar o eliminar los riesgos en la medida de lo posible, y
garantizar que se tomen decisiones informadas sobre cómo enfrentarlos.
La gestión de riesgos implica varios pasos clave:
• Identificación de riesgos: Reconocer y listar los riesgos potenciales que podrían
afectar el éxito de un proyecto o el funcionamiento de una organización.
• Análisis de riesgos: Estudiar y evaluar cada riesgo identificado en términos de su
probabilidad de ocurrencia y la magnitud de sus consecuencias
• Priorización de riesgos: Clasificar los riesgos en función de su importancia, lo que
permite a la organización o al equipo de proyecto centrarse en los riesgos más críticos.
• Tratamiento de riesgosDesarrollar y aplicar estrategias para abordar los riesgos
identificados. Estas estrategias pueden incluir la aceptación del riesgo, la mitigación del riesgo, la
transferencia del riesgo (como la compra de un seguro) o la evitación del riesgo (no participar en la
actividad que genera el riesgo).
• Monitoreo y revisión: Realizar un seguimiento continuo de los riesgos y sus
tratamientos para garantizar que se gestionen de manera efectiva y que se adapten a cualquier cambio en
las circunstancias.
La gestión de riesgos es una práctica esencial en diversos campos, como la gestión de proyectos, las
finanzas, la salud y la seguridad ocupacional, la ingeniería y el medio ambiente, entre otros. Adoptar
un enfoque proactivo en la gestión de riesgos puede ayudar a las organizaciones a mejorar su toma de
decisiones, proteger sus activos y garantizar un mejor desempeño a largo plazo.
¿Qué es la Norma ISO 31000 y como regulariza la gestión de riesgos?
La norma ISO 31000 es un estándar internacional desarrollado por la Organización Internacional de
Normalización (ISO) que proporciona pautas y principios para la gestión de riesgos. La norma fue
publicada por primera vez en 2009 y se actualizó en 2018. La ISO 31000 no es una norma certificable,
pero proporciona un marco de referencia para ayudar a las organizaciones de cualquier tamaño, sector o
tipo a implementar y mejorar su gestión de riesgos.
La norma ISO 31000 establece un enfoque sistemático y estructurado para la gestión de riesgos que
incluye los siguientes componentes principales:
- Principios:
La norma define 8 principios que deben ser considerados por las organizaciones para una
gestión de riesgos efectiva. Estos principios incluyen la integración de la gestión de
riesgos en todos los niveles de la organización, la inclusión de las partes interesadas en
el proceso, la adaptación a la naturaleza y el alcance de la organización, y la mejora
continua.
- Marco de gestión de riesgos:
La norma recomienda que las organizaciones establezcan un marco para gestionar los riesgos,
que incluya políticas, objetivos, responsabilidades, recursos y procesos. Este marco debería
integrarse en la toma de decisiones y en la cultura de la organización.
- Proceso de gestión de riesgos:
La norma describe un proceso de gestión de riesgos que consta de cinco etapas: identificación
de riesgos, análisis de riesgos, evaluación de riesgos, tratamiento de riesgos y monitoreo y
revisión. Este proceso es coherente con las prácticas generales de gestión de riesgos y debe
adaptarse a las necesidades específicas de cada organización.
Al seguir la norma ISO 31000, las organizaciones pueden mejorar su capacidad para identificar y tratar
los riesgos, tomar decisiones más informadas y alcanzar sus objetivos de manera más eficiente. La norma
proporciona un lenguaje común y un enfoque coherente para la gestión de riesgos, lo que facilita la
comunicación y la cooperación entre las partes interesadas y ayuda a crear una cultura de gestión de
riesgos en toda la organización.
Como la seguridad privada puede ayudar a implementar la norma ISO 31000
La seguridad privada puede desempeñar un papel clave en la implementación de la norma ISO 31000 al
contribuir en la identificación, análisis, tratamiento y monitoreo de los riesgos de seguridad en una
organización. Al trabajar en conjunto con otros departamentos y funciones, la seguridad privada puede
ayudar a crear un enfoque integrado y eficaz para la gestión de riesgos en línea con las directrices de
la ISO 31000.
La seguridad privada, que incluye servicios como vigilancia, protección de instalaciones, protección
personal y monitoreo de seguridad, puede contribuir a la gestión de riesgos en varios aspectos:
• Identificación de riesgos: Los profesionales de seguridad privada pueden ayudar a
identificar riesgos relacionados con la seguridad física, como robos, vandalismo, sabotaje, violencia en
el lugar de trabajo, intrusiones no autorizadas y otras amenazas a la seguridad de los empleados y los
activos de la organización.
• Análisis y evaluación de riesgos: Los expertos en seguridad privada pueden colaborar
en el análisis de riesgos, utilizando su experiencia y conocimientos específicos para evaluar la
probabilidad y el impacto de los riesgos de seguridad identificados.
• Diseño e implementación de medidas de control: La seguridad privada puede
desarrollar e implementar medidas de control de riesgos, como sistemas de acceso y control de ingreso,
sistemas de alarma y monitoreo, patrullaje y vigilancia, capacitación en seguridad para empleados y
planes de respuesta a emergencias.
• Monitoreo y revisión: Los profesionales de seguridad privada pueden monitorear
continuamente la efectividad de las medidas de control de riesgos implementadas y proporcionar
retroalimentación para mejorar y ajustar las estrategias de seguridad según sea necesario.
• Comunicación y colaboración: La seguridad privada puede trabajar en estrecha
colaboración con otros departamentos y funciones de la organización, como recursos humanos, operaciones
y tecnología de la información, para garantizar que la gestión de riesgos se integre de manera efectiva
en toda la organización.
• Cumplimiento normativo: La seguridad privada puede ayudar a garantizar que la
organización cumpla con las leyes y regulaciones aplicables relacionadas con la seguridad y la
protección de la información, lo que puede reducir la exposición a riesgos legales y
regulatorios.
Cuáles son los beneficios de contar con la normativa ISO 31000
La implementación de la norma ISO 31000 en una organización puede aportar una serie de beneficios
significativos relacionados con la gestión de riesgos. Aunque la norma no es certificable, seguir sus
directrices y principios puede mejorar la forma en que una organización enfrenta y gestiona los riesgos.
Algunos de los beneficios más claros de contar con la ISO 31000 incluyen:
• Estructura y enfoque sistemático: La ISO 31000 proporciona un marco estructurado y
un proceso sistemático para la gestión de riesgos, lo que facilita la identificación, evaluación y
tratamiento de los riesgos de manera más efectiva y coherente.
• Mejora en la toma de decisiones:Al aplicar las directrices de la ISO 31000, las
organizaciones pueden tomar decisiones más informadas y basadas en riesgos, lo que puede reducir la
incertidumbre y mejorar la eficiencia en la asignación de recursos.
• Integración en la cultura organizacional: La norma fomenta la integración de la
gestión de riesgos en todos los niveles de la organización, lo que ayuda a crear una cultura de gestión
de riesgos y a aumentar la conciencia sobre la importancia de abordar los riesgos de manera
proactiva.
• Comunicación y colaboración: La ISO 31000 proporciona un lenguaje común y una
metodología coherente para la gestión de riesgos, lo que facilita la comunicación y la colaboración
entre las partes interesadas, tanto internas como externas..
• Cumplimiento y responsabilidad: La implementación de la norma ISO 31000 puede ayudar
a las organizaciones a cumplir con los requisitos legales y regulatorios relacionados con la gestión de
riesgos, así como a demostrar su responsabilidad y compromiso con la gestión adecuada de los
riesgos.
• Reducción de riesgos y pérdidas: Al seguir las directrices de la ISO 31000, las
organizaciones pueden identificar y tratar los riesgos de manera más efectiva, lo que puede resultar en
una reducción de las pérdidas financieras, operativas y reputacionales.
• Mejora continua: La norma promueve la mejora continua en la gestión de riesgos, lo
que ayuda a las organizaciones a adaptarse a los cambios en el entorno y a aprender de las experiencias
pasadas para mejorar su capacidad para enfrentar los riesgos futuros.
En general, la implementación de la norma ISO 31000 puede mejorar la resiliencia y el desempeño de una organización, al mismo tiempo que protege sus activos y asegura la continuidad del negocio.
En resumen, la seguridad privada puede desempeñar un papel clave en la implementación de la norma ISO 31000 al contribuir en la identificación, análisis, tratamiento y monitoreo de los riesgos de seguridad en una organización. Al trabajar en conjunto con otros departamentos y funciones, la seguridad privada puede ayudar a crear un enfoque integrado y eficaz para la gestión de riesgos en línea con las directrices de la ISO 31000.