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Servicio de vigilancia fija:

Los guardias de seguridad deben permanecer en un puesto fijo. Pueden realizar pequeños recorridos sin alejarse mucho de su lugar de trabajo. El uso de estos tipos de seguridad privada es común en conjuntos residenciales y edificios de oficinas.

Servicio de vigilancia móvil:

Los guardias deben realizar rondas en un área determinada. Por lo general las rondas se hacen en sitios de grandes extensiones y los guardias de seguridad tienen algún medio de transporte para su movilidad.

Estos tipos de seguridad privada son comunes en grandes empresas como las que pertenecen al sector energético o minero. Estas empresas requieren que se esté supervisando toda el área, ya que entre más grande sea el lugar puede ser más fácil que un intruso entre para provocar un crimen.

Servicio de escoltas:

Este servicio es uno de los más completos, ya que mezcla los 3 servicios anteriores. Se encarga de la protección de un bien o persona en su desplazamiento, en un área fija o delimitada. El servicio de escolta se caracteriza por portar armas de fuego aunque también las hay con armas no letales.

Los guardias de seguridad que realizan este servicio son entrenados para poder portar armas, usarlas de manera correcta y deberán de contar un permiso adecuado. Su entrenamiento es diferente al de los demás, ya que tienen que ser discretos y muy eficaz.